Sabemos que los niños heredan diferentes características tanto de su mamá como de su papá –por ejemplo, mi hija heredó mi hermosura–. Sin embargo, si hablamos específicamente de la inteligencia, la ciencia indica que los hijos la obtienen en mayor medida de los genes de su madre (¡punto para nosotras!).
Aunque diversos estudios han investigado el tema desde hace años, uno de los más populares, realizado por el psicólogo Robert Lehrke, reveló que la mayoría de la inteligencia de un niño depende del cromosoma X. Y dado que las mujeres poseemos dos cromosomas X, tenemos más probabilidades de transmitir características relacionadas con la inteligencia.
Reforzando la idea anterior está un estudio de la Universidad de Ulm, que se encuentra en Alemania. Investigadores estudiaron los genes implicados en el daño cerebral y descubrieron que muchos de ellos, especialmente los relacionados con las capacidades cognitivas, se encuentran en (¡sorpresa!) el cromosoma X.
“Además, con más frecuencia los hombres tienen retrasos mentales. Pero cuando usted mira en los cocientes intelectuales de 135 puntos o más, verá más hombres que mujeres”.
En investigaciones de Hameister, Ulrich Zechner, hallaron un grupo de genes en particular dentro del cromosoma X relacionados con el desarrollo de las habilidades cognitivas, argumentando que durante la evolución de la inteligencia humana la selectividad ejercida por la mujer al buscar pareja sexual ha tenido significativa importancia.
Los doctores Horst Hameister y UlrichZechner de la Universidad de Ulm (Alemania), al estudiar genes relacionados con daños cerebrales encontraron que muchos de estos genes se hallaban en el cromosoma X.
Estos genes están relacionados con la memoria y terminaciones nerviosas en el cerebro. Según una discutida teoría las mujeres serían responsables de la inteligencia de los humanos al ir privilegiando a la hora de elegir pareja la inteligencia sobre el aspecto, poniendo así en marcha un mecanismo de selección.
Sin duda la madre ejerce un poderoso efecto sobre el desarrollo de los hijos y no sólo a través de los genes. El contacto físico con el bebé, con el niño, las caricias, los “apapachos” de la mamá, están relacionados con un mejor desarrollo en los niños.
Incluso un estudio publicado en The Journal of Neuroscience en el que colaboraron investigadores de la Universidad de Adelaida en Australia y de Duke en los Estados Unidos, señala que las caricias de la madre podrían ayudar a que los niños de hoy evitaran posteriormente el consumo de drogas.
¿Cómo ayudar a tu hijo a desarrollar su inteligencia?
Ahora bien, aunque la genética materna juega un papel importante para la inteligencia de un pequeño, esto no es lo único que hay que considerar (es decir, no porque tú seas una eminencia tu hijo lo será forzosamente). Por ello, es necesario que apoyes a tu pequeño con diferentes actividades para que la desarrolle conforme va creciendo.
Una manera sencilla de ayudar a que tu hijo desarrolle su inteligencia es manteniendo un vínculo emocional fuerte con él. Eso lo hará desarrollar la capacidad para jugar juegos simbólicos complejos desde los dos años, ser persistente y tener menos frustración mientras resuelve problemas.
Así que ya lo sabes, sí, definitivamente te puedes comenzar a contonear como pavorreal ahora que sabes que, en gran medida, tu hijo heredó su inteligencia de ti.