Gracias a los abrazos nos sentimos acompañados, comprendidos, protegidos y reconfortados. Es por todo esto que cuando alguien que queremos se siente mal, instintivamente, le ofrecemos un abrazo y cuando somos nosotros los que necesitamos uno y no hay nadie alrededor, el simple hecho de abrazar un cojín, un peluche o incluso un árbol, nos reconforta.
No obstante, detrás de los abrazos hay una ciencia. Una frase famosa de un psicoterapeuta de Virginia es: “Necesitamos 4 abrazos al día para sobrevivir, 8 para mantenernos y 12 para poder crecer”. El número de abrazos no ha sido probado científicamente, pero sí que existen pruebas que evidencian la importancia de los abrazos y el contacto físico.
Un estudio de la Universidad Carnegie Mellon, en Pittsburgh (Estados Unidos), demuestra el beneficio tanto emocional como físico que producen.
Para llevar a cabo esta investigación, se expuso a 400 voluntarios a un virus estacional producido en el laboratorio. Posteriormente se siguió la evolución de la enfermedad en todos ellos mientras llevaban una cuenta de la cantidad de abrazos que recibían al día.
Los resultados demostraron que las personas que recibían más cariño físico desarrollaban menos síntomas de los virus además de ser más resistentes frente a la depresión y la ansiedad.
Dar y recibir abrazos de forma regular aumenta la autoestima, mejora el estado de ánimo, así como la confianza y la seguridad en uno mismo. El efecto es igual de positivo con gente desconocida.
A todos nos sonará, un vídeo de Youtube que, hace unos años, se hizo viral. El protagonista, Juan Mann, sujetaba un cartel en el que ponía “Abrazos gratis” en una plaza pública. Tristemente, pasaron varios minutos hasta que alguien aceptó su oferta pero, una vez se rompió el hielo, todo el mundo se unió a la causa.
Finalmente la idea de Mann se transformó en la campaña Abrazos Gratis. Esta anécdota demuestra lo mucho que necesitamos abrazos en nuestra vida cotidiana.
En resumen: aprovechar todas las oportunidades que se nos presenten para repartir abrazos sin olvidar a nuestras mascotas pues se ha comprobado que acariciarlas, abrazarlas previene y reduce la depresión.
Tal vez los abrazos puedan curar el mundo!
No te olvides de ver el video de “Abrazos Gratis” al final de este post.